Una hoja transparente que polariza la luz que la atraviesa
eso eras o sos o serás, no sé, pero eso solo será cuestión de mi cabeza, mi
almohada y mis llantas, ya no será más de la realidad. Cuando me preguntaste
que me gustaba de vos, dije creo si mal no recuerdo que la transparencia, por
eso debe ser que te llame mi polaroid, por eso eras esa locura ordinaria donde
los fantasmas se iba al ver mi cabeza apoyada en tu pecho tal vez ahí los
oculte y hoy al no reconocer otro pecho cálido vuelven me golpean la puerta y
me vomitan en la cara. Justo ahora, si ahora, donde los días son de plomo, las
horas interminables, el tiempo una invasión de la tristeza que vacía las almas
que no reconoce miradas ni pasados, solo errores, malos recuerdos, malas
realidades y crudas, hechos de esos que no podes sacar ni al dormir, de esos
que te aturden al despertar una especia de espasmos en los ojos de frio en los
dientes. Y se pasa como film cientos de escenas, de imágenes, donde te odias en
cada una de ellas y donde te enamoras al verlas más calmo con la esencia al
costando con vino y sabiéndote la chica mas guapa de la ciudad.
El último dia hiciste cosas que nunca, te cepillaste los
dientes antes de dormir, sabiendo que la función llegaba a su final, que no había
retorno, que llegaba el dia de contar los días con marcas en la pared, de
masticar los dientes y morder con la lengua tus mentiras, lo viste todo, lo
premeditaste y te derrotaste, llegaste sin sombra con un ladrón a cada lado,
pero estabas ahí, no se hiciste lo que pudiste y mas como habías llegado pero
sabias que con ella no, que habías hecho todo mal, pero con ella no, que no
eras ni completo ni integral ni hasta no se sabe si sos buen tipo, pero con
ella no. Sentiste en sus ojos la brasa de cómo se apagaba la llama y ya no
sabes en creer si es o no, si tal vez si, si tal vez no, dudas, tiemblas, estas
cagado de miedo. Pero eso si, no pudiste llorar, no te salió ni de cerca, no
era que no lo sentías, era que llorabas por dentro como un tango, era que sabía
que tenias años para lloras, que iban a pasar lugares, objetos y personas y te
vas a esconder en el baño a seguir llorando, sabias que te paralizaba que
dormiste solo por que el cuerpo no dio más, que ni quisiste el beso final, ya
ni eso aceptaste, no lo podías tolerar no era lo que querías, ¿para qué? ¿De qué
sirve? ¿Es un consuelo? No sabias, pero no importaba no lo necesitabas te
bastaba años en tu cabeza, en tu caminar, en el techo que miraras por años, en
cada detalle del libro en tu memoria, sabias que no lo ibas a perder ni
olvidar, que estaba ahí, tenes cada detalle, cada abrazo, cada caricia, cada
llanto, cada mirada. Tal vez es un consuelo romántico, tal vez te vas a quedar
con los recuerdos en medio de la tormenta para aferrarte a algo, no lo sabes pero
no los queres perder, sabes que el roció te empapa la cara y le seguís apuntando
de frente, y te derrotaras mas todos los días al dormir y al despertar con
ganas de no salir, o irte y perderte ahí en la sed y el sudor, pero no sabes
bien porque, no tenes idea pero estas, prestas combate, no más bien resistís no
te vas, retrocedes sí, pero te quedas, aunque la mirada este gacha algo de amor
propio te queda, un cacho de reserva hay, tampoco sabes que es, será el miedo
al escape, el lugar donde no podes ir, no sabes, pero estas, miras y volves a
estar, no es porque te la aguantas, pero estas, paralizado pero estas, capas
que te acostumbraste al desprecio, a ser la escoria y esta es merecida, no lo
sabes, pero estas y la seguirás esperando aunque te diga que no, aunque no te
mire, aunque te olvide, aunque serás una vieja foto sin papel y te duele su dolor,
su velo, su duelo, su ataúd que encerró y te gano el dolor, el miedo, el
cristal sin reflejo. Esperaras? No lo sabes, resistirás? Tampoco, cambiaras? Si
lo vas a intentar, pero estas ahí, hiciste alto en alguna parte para esperarla.
Benjamín