26/9/13

sin polaroid

Una hoja transparente que polariza la luz que la atraviesa eso eras o sos o serás, no sé, pero eso solo será cuestión de mi cabeza, mi almohada y mis llantas, ya no será más de la realidad. Cuando me preguntaste que me gustaba de vos, dije creo si mal no recuerdo que la transparencia, por eso debe ser que te llame mi polaroid, por eso eras esa locura ordinaria donde los fantasmas se iba al ver mi cabeza apoyada en tu pecho tal vez ahí los oculte y hoy al no reconocer otro pecho cálido vuelven me golpean la puerta y me vomitan en la cara. Justo ahora, si ahora, donde los días son de plomo, las horas interminables, el tiempo una invasión de la tristeza que vacía las almas que no reconoce miradas ni pasados, solo errores, malos recuerdos, malas realidades y crudas, hechos de esos que no podes sacar ni al dormir, de esos que te aturden al despertar una especia de espasmos en los ojos de frio en los dientes. Y se pasa como film cientos de escenas, de imágenes, donde te odias en cada una de ellas y donde te enamoras al verlas más calmo con la esencia al costando con vino y sabiéndote la chica mas guapa de la ciudad.
El último dia hiciste cosas que nunca, te cepillaste los dientes antes de dormir, sabiendo que la función llegaba a su final, que no había retorno, que llegaba el dia de contar los días con marcas en la pared, de masticar los dientes y morder con la lengua tus mentiras, lo viste todo, lo premeditaste y te derrotaste, llegaste sin sombra con un ladrón a cada lado, pero estabas ahí, no se hiciste lo que pudiste y mas como habías llegado pero sabias que con ella no, que habías hecho todo mal, pero con ella no, que no eras ni completo ni integral ni hasta no se sabe si sos buen tipo, pero con ella no. Sentiste en sus ojos la brasa de cómo se apagaba la llama y ya no sabes en creer si es o no, si tal vez si, si tal vez no, dudas, tiemblas, estas cagado de miedo. Pero eso si, no pudiste llorar, no te salió ni de cerca, no era que no lo sentías, era que llorabas por dentro como un tango, era que sabía que tenias años para lloras, que iban a pasar lugares, objetos y personas y te vas a esconder en el baño a seguir llorando, sabias que te paralizaba que dormiste solo por que el cuerpo no dio más, que ni quisiste el beso final, ya ni eso aceptaste, no lo podías tolerar no era lo que querías, ¿para qué? ¿De qué sirve? ¿Es un consuelo? No sabias, pero no importaba no lo necesitabas te bastaba años en tu cabeza, en tu caminar, en el techo que miraras por años, en cada detalle del libro en tu memoria, sabias que no lo ibas a perder ni olvidar, que estaba ahí, tenes cada detalle, cada abrazo, cada caricia, cada llanto, cada mirada. Tal vez es un consuelo romántico, tal vez te vas a quedar con los recuerdos en medio de la tormenta para aferrarte a algo, no lo sabes pero no los queres perder, sabes que el roció te empapa la cara y le seguís apuntando de frente, y te derrotaras mas todos los días al dormir y al despertar con ganas de no salir, o irte y perderte ahí en la sed y el sudor, pero no sabes bien porque, no tenes idea pero estas, prestas combate, no más bien resistís no te vas, retrocedes sí, pero te quedas, aunque la mirada este gacha algo de amor propio te queda, un cacho de reserva hay, tampoco sabes que es, será el miedo al escape, el lugar donde no podes ir, no sabes, pero estas, miras y volves a estar, no es porque te la aguantas, pero estas, paralizado pero estas, capas que te acostumbraste al desprecio, a ser la escoria y esta es merecida, no lo sabes, pero estas y la seguirás esperando aunque te diga que no, aunque no te mire, aunque te olvide, aunque serás una vieja foto sin papel y te duele su dolor, su velo, su duelo, su ataúd que encerró y te gano el dolor, el miedo, el cristal sin reflejo. Esperaras? No lo sabes, resistirás? Tampoco, cambiaras? Si lo vas a intentar, pero estas ahí, hiciste alto en alguna parte para esperarla.

Benjamín

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