14/10/13

Como un poeta de 1900

los lunes suelen ser el homicidio del domingo. un día para escuchar Pink Floyd y sentirse contento de ser sobreviviente del mundo de lo racional. Así vamos aguardando nudos en el estomago, a veces ni estando detrás de la luna uno puede esconder algunas cosas. Entendí la vida a los seis años, cuando vi que lo único que realmente aleja a las personas es la muerte. A los ocho entendí que el dolor era algo que también se sentía en el cuerpo, en las vísceras. Año tras año la experiencia volvió duras las capas de la piel, hasta un día una armadura brota por debajo de mis uñas, de mis cejas, de mis pestañas.Nunca necesite quitarla de mi, excepto para oír alguna canción, escribir alguna poesía, apreciar alguna dibujo o pintura, siempre después de ese instante volvía a crecer.Hoy veo mas excepciones, que nunca salieron bien. No todo desata nudos en el pecho y las pupilas. Aprendí que ser niña y luego mujer era un camino donde no solo necesitaba armadura, sino armas. Y ya me ves, hoy lunes sin armas ni armaduras, solo piel y sangre. A veces duele o inquieta. Mañana guardare algunos recuerdos y estaré orgullosa de mi honesto desarme.Mi camino como siempre es solo llevar mi alma a que arda en las calles. Un gusto oír sus canciones. Le dejo un pedazo de chapa metálica, empobrecida. Que algo aprendió. A resistir. Ya volverá a crecer.

Clara Liz

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